Soporte Inmunológico

Es esencial que el sistema inmunológico funcione correctamente para que podamos mantenernos vivos y saludables. Nuestro cuerpo está luchando cada día contra gérmenes, microorganismos, virus, toxinas y diferentes sustancias extrañas. Aunque no lo sentimos, nuestro sistema inmunológico está trabajando continuamente. Los malos hábitos alimenticios, la falta de sueño, la falta de ejercicio, el estrés, los cigarrillos, el alcohol, etc., disminuyen las funciones del sistema inmunológico. Cuando este sistema se ralentiza las enfermedades comienzan a aparecer.

Nuestras soluciones :

La sueroterapia : Se basa en estimular la capacidad rehabilitadora de nuestro cuerpo para la prevención y tratamiento de enfermedades, para que nuestro sistema defensivo vuelva a funcionar de un modo correcto.

Auto-Hemoterapia : Es una técnica descrita inicialmente por el Dr. Ravaut en 1913 y consiste en la obtención de una cantidad determinada de sangre de una vena y su posterior inyección a nivel muscular o subcutáneo con fines terapéuticos ya sea como tratamiento único de la enfermedad o bien como tratamiento coadyuvante de otros necesarios para el paciente. 
Su acción beneficiosa se atribuye a la presencia de antígenos en la sangre que van a estimular la producción de anticuerpos cuando se vuelve a introducir en el cuerpo. El objetivo de la terapia es incrementar la capacidad de respuesta del sistema inmunitario para luchar contra las enfermedades. La aplicación de su propia sangre va a aumentar su inmunidad y la vitalidad en general. Es por ello que este tratamiento resulta exitoso para tratar e incluso curar las enfermedades autoinmunes.

¿Quién puede beneficiarse del programa?
Aquellos que quieren aumentar su sistema inmunológico.
Aquellos que quieren reducir el riesgo de desarrollar enfermedades.
Aquellos que a menudo se enferman.
Los que tienen cáncer, han tenido tratamientos contra el cáncer, o tienen una historia familiar de cáncer o debilidad debido a enfermedades complicadas.

Objetivos
Este tratamiento ayudará al sistema inmunológico a funcionar correctamente, darle un impulso, prevenir enfermedades y proporcionar al cuerpo una resistencia duradera.

Vitamina D

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¿Qué es la Vitamina D?

La vitamina D es una vitamina liposoluble que desempeña un papel crucial en muchas funciones corporales. Es única en comparación con otras vitaminas porque nuestro cuerpo puede producirla por sí mismo cuando se expone a la luz solar. Cuando esto ocurre, la piel produce vitamina D3 (colecalciferol), que luego pasa por un proceso en el hígado y los riñones para convertirse en una forma activa de vitamina D. Una de las principales funciones de la vitamina D es su capacidad para ayudar a regular los niveles de calcio y promover la salud ósea. Para ello, mejora la absorción del calcio de los alimentos en el intestino delgado y mantiene niveles adecuados de calcio y fósforo en la sangre. Aparte de su impacto en la salud ósea, la investigación ha demostrado que la vitamina D también puede tener efectos beneficiosos sobre la función inmunitaria, la salud cardiovascular, la función cognitiva e incluso la regulación del estado de ánimo. Aunque la exposición al sol es una forma de obtener este nutriente esencial, obtener la cantidad suficiente a través de la dieta o de suplementos es fundamental para quienes viven en zonas con luz solar limitada o no pueden salir al exterior con regularidad.


Los distintos tipos de vitamina D


La vitamina D es una vitamina liposoluble que se presenta en diferentes formas, cada una con sus propias propiedades y funciones. Los dos tipos principales de vitamina D son la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol). La vitamina D2 se encuentra en ciertas plantas, como las setas, mientras que la vitamina D3 la produce el cuerpo cuando se expone a la luz solar. Ambos tipos sufren procesos metabólicos similares una vez que entran en el torrente sanguíneo. Otra forma de vitamina D es el calcitriol o 1,25-dihidroxivitamina D3, que es la forma activa de la vitamina D3. El calcitriol regula los niveles de calcio en el organismo y desempeña un papel importante en la salud ósea. También existen formas sintéticas de vitamina D disponibles como suplementos, como el calcidiol o la 25-hidroxivitamina D, que pueden ayudar a mantener unos niveles sanguíneos saludables de vitamina D. Es importante señalar que, aunque todos estos tipos tienen efectos similares en el organismo, algunos estudios sugieren que la vitamina d3 puede ser más eficaz que otras formas para aumentar los niveles sanguíneos de este nutriente esencial. En última instancia, lo mejor es consultar con su médico qué tipo y dosis pueden ser adecuados para usted en función de sus necesidades individuales.


Pros y contras de la vitamina D


La vitamina D es bien conocida por su papel en el mantenimiento de unos huesos sanos, pero también tiene otros beneficios e inconvenientes. En el lado positivo, consumir suficiente vitamina D puede reforzar el sistema inmunitario, reducir la inflamación y mejorar el estado de ánimo. Incluso puede reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, también existe cierta preocupación por tomar demasiada vitamina D. Esto puede provocar una acumulación de calcio en la sangre, lo que conlleva sus propios riesgos para la salud, como cálculos renales o daños en órganos como el corazón y los riñones. Es importante tener en cuenta que, aunque algunos alimentos contienen vitamina D de forma natural -como los pescados grasos, como el salmón-, la mayoría de las personas no obtienen suficiente vitamina D sólo a través de la dieta. Por este motivo, los suplementos pueden ser necesarios para la salud de las personas.


¿Qué alimentos contienen vitamina D?


Obtener suficiente vitamina D en la dieta puede ser complicado, pero es importante para mantener unos huesos fuertes y un sistema inmunitario sano. Una de las mejores fuentes de vitamina D es la luz solar, pero también hay varios alimentos que pueden ayudarte a obtener la cantidad diaria recomendada. Los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa son excelentes fuentes de vitamina D. ¡Una pequeña ración de tres onzas puede proporcionar hasta el 50% de tus necesidades diarias! Otros mariscos, como las gambas y las ostras, también contienen vitamina D. Los huevos son otro alimento que contiene de forma natural esta vitamina esencial. Busque huevos etiquetados como "enriquecidos con vitamina D" para obtener un aporte extra. Las setas cultivadas bajo luz ultravioleta también pueden ser una fuente de este nutriente. Basta con colocarlas a la luz directa del sol o bajo una lámpara UV antes de cocinarlas para aumentar su contenido en vitamina D.

Los alimentos enriquecidos, como la leche, el zumo de naranja, el yogur y los cereales, contienen vitamina D añadida para ayudarnos a complementar la que no obtenemos sólo con la dieta. Incluir estos alimentos en su dieta con regularidad puede ayudarle a asegurarse de que recibe suficiente vitamina D durante todo el año.

Recetas con vitamina D


Una de las mejores formas de obtener vitamina D es consumiendo alimentos ricos en este nutriente esencial. Pero, ¿sabía que existen muchas recetas deliciosas que pueden ayudarle a satisfacer sus necesidades diarias de vitamina D? Para empezar, considera la posibilidad de incorporar pescados grasos como el salmón y el atún a tus comidas. Hacer a la plancha o al horno un trozo de salmón con un poco de zumo de limón y hierbas es una opción de cena rápida y fácil repleta de Omega-3 saludables y, por supuesto, mucha vitamina D. Si el marisco no es lo tuyo, prueba a saltear setas en aceite de oliva como aperitivo o añádelas a tus platos de pasta. Las setas contienen ergosterol, que se convierte en vitamina D cuando se exponen a la luz solar, otra razón por la que a menudo se las conoce como "la vitamina del sol". No te olvides de los huevos. Hervidos, fritos o revueltos, los huevos son una gran fuente de proteínas y nutrientes, como las vitaminas A, D, E y K. Prueba a añadir espinacas y queso feta para preparar una sabrosa tortilla rica en calcio. Con estas ideas de recetas llenas de ingredientes ricos en vitamina D a mano, es fácil asegurarse de que está ingiriendo suficiente cantidad de este nutriente vital cada día y, al mismo tiempo, ¡disfrutar de comidas deliciosas!


Alternativas a la vitamina D


Aunque la vitamina D es esencial para nuestro organismo, no todo el mundo puede consumirla por diversas razones. Por ejemplo, las personas intolerantes a la lactosa o alérgicas a los productos lácteos pueden tener dificultades para obtener su dosis diaria de vitamina D de la leche y otros alimentos lácteos. Además, las personas que siguen una dieta vegana estricta también pueden tener dificultades para obtener suficiente vitamina D, ya que la mayoría de las fuentes alimentarias proceden de productos animales. Afortunadamente, hay muchas alternativas disponibles para quienes no pueden consumir vitamina D a través de los métodos tradicionales. Una opción es buscar leche no láctea enriquecida, como la leche de almendras o de soja, que contiene vitaminas y minerales añadidos, incluida la vitamina D. Otra alternativa es consumir setas, que producen vitamina D cuando se exponen a la luz solar. De hecho, comer sólo una taza de setas cocidas al día puede aportar hasta el 100% de la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina D. Tomar suplementos específicamente diseñados para las personas con carencias de vitamina D puede ser una forma eficaz de satisfacer las necesidades diarias sin depender únicamente de la alimentación. Es importante consultar siempre a un profesional médico antes de tomar nuevos suplementos o hacer cambios en la dieta.


Conclusión


La vitamina D es un nutriente vital que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de nuestra salud y bienestar general. Desde fortalecer los huesos hasta reforzar el sistema inmunitario, este nutriente tiene numerosos beneficios que no debemos dar por sentados. Aunque la exposición a la luz solar es la principal fuente de vitamina D, la incorporación de alimentos ricos en vitamina D a nuestra dieta también puede ayudarnos a cubrir nuestras necesidades diarias. Algunas opciones populares son los pescados grasos como el salmón y el atún, las yemas de huevo, las setas y los productos enriquecidos como la leche y los cereales. Además, probar recetas que incluyan estos alimentos puede hacer que tus comidas sean más agradables y nutritivas al mismo tiempo. Tanto si prefiere el salmón a la plancha como los huevos revueltos con setas para desayunar, existen innumerables formas de incorporar este nutriente esencial a su dieta diaria. Si tiene dificultades para obtener suficiente vitamina D sólo de los alimentos o de la luz solar debido a factores como el estilo de vida o las limitaciones de ubicación, los suplementos pueden ser una opción alternativa que merece la pena considerar. Sin embargo, siempre es mejor consultar con un profesional sanitario antes de iniciar cualquier régimen de suplementos. Recuerde que el cuidado del cuerpo empieza por una nutrición adecuada. Así que no pase por alto la importancia de incluir cantidades adecuadas de vitamina D en su rutina.


Le animamos cordialmente a que nos llame y solicite una cita


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